La amiga de  mi Pequeña Hija

—Me preocupa la pequeña Nena.

—Pero amor,  ella es una peque de 5 años.

Realmente me tenía preocupado mi hija Nena. Hablaba continuamente de sus amigas las hadas que vivían en  el pequeño bosque que hay al fondo de nuestra propiedad. Seguramente confundía la colonia de luciérnagas que se habían apoderado de  ese sector.

Una noche  la vi salir en puntillas para no ser descubierta; era cerca de la medianoche  y decidí seguirla con el afán de protegerla. En mi preocupación por no ser descubierto, mi pequeña hijita se me perdió en la oscuridad; allá en la oscuridad de los árboles las luciérnagas desplegaban su gran hermosura.

Al aproximarme escuché la vocecita de mi hija, tal vez jugando. Asomé suavemente entre los árboles y … realmente no sé lo que vi,  quizás un rayo de luna entre las ramas posado sobre una pequeña roca a la cual le hablaba mi hija. Pero …, no tengo explicación cuando quebré con el pie una rama y una figurita casi trasparente y brillante se volteó hacia mí; pareció asustada y, agitando sus trasparentes alitas, huyó del lugar.

Gran enojo de mi pequeña “por haber asustado a su amiga el hada”. Han pasado los años y he mantenido el secreto de esa visión. Mi hija aparentemente no recuerda nada de ese instante de su infancia; pese a tratar el tema de las hadas, ella me ignora.